El subconsciente está detrás de prácticamente todas las decisiones que tomas en el día.
Si te pones a analizar cada decisión que has tomado en un día, la respuesta de por qué las has tomado será: no sé, siempre lo hago de esta manera, es mi rutina, lo hago de toda la vida.
El subconsciente tiene un objetivo muy claro y es que no tengas que pensar, que puedas proceder de la forma más automática posible.
Esto desde luego es muy cómodo, basta con dejarse llevar por él. Pero, ¿a dónde te lleva eso? ¿Lo has pensado?
Y puede que pienses ¿y qué importa? Iré a dónde me lleve, y allí estaré bien. Puede ser. ¿Cómo saberlo? Lo puedes saber con una sencilla pregunta
¿estoy bien ahora?
En general, teniendo en cuenta mi situación global
¿hay algo que cambiaría?
Si la respuesta es no, no hay nada que hacer, tu subconsciente está alineado con tus expectativas y no tendrás la motivación para hacer cambios.
Si la respuesta es sí, debemos entrar en eso que realmente nos mueve, marcar objetivos y establecer nuevos hábitos y rutinas.
¿Por qué hábitos y rutinas? Porque es la forma más poderosa de hacer cambios, porque se encargan de gravar a fuego en el subconsciente a través de la repetición constante.
Además, deberás tener unas reglas, unos límites que no vas a transgredir bajo ningún concepto. Establece los valores que guiarán tu camino.
Esos valores junto con hábitos y rutinas componen un sistema y ese sistema te ha traído a dónde estás ahora. ¿Estás bien ahora? ¿O quieres reformar tu sistema?